Quiero que alguien me responda una pregunta que tengo, aquellos que lamentablemente seguimos la política peruana, tenemos una vaga idea de lo que ocurre en ella, digo vaga porque bucear en las noticias para sacar algo en limpio es bastante difícil, pero creo que el trabajo de demolición del régimen de Toledo empezó el primer DIA que el tomo el mando, y en el tiempo han caído demolidos varios personajes poco a poco, recuerdo a Lerner con un audio, recuerdo al gerente de Panamericana diciendo que se reunió con Toledo para que le compre el canal, y así varios han salido para denunciar a alguien del gobierno por algo que acaba siempre en que alguien cae demolido
Lo de la Merino, quedo en la incógnita, ¿quien la difamo?,¿ Quién le puso la zancadilla?, Y ahora demolido Olivera.
¿Quiénes son los demoledores?, Haber tenemos a “El presidente moral del Perú” Alan Garcia, al Opus y fujimontecinista de Rafael Rey, al errático político Barba Caballero, a “ La pequeña Lulú” Lourdes Flores, que le ofrecieron ser premier y no acepto, A Wolfenson y La Razón, a Venero, a Montesinos y desde su guarida Alberto Fujimori.
Pero a no negarlo tenemos otro demoledor que es Toledo, quien ofrece lo que no puede y sabe que no puede cumplir.
Así las cosas, hay quienes piden nuevas elecciones, con lo cual no se saca nada, porque el país se paralizaría dos años, elecciones y aplicación de planes, estos si que quieren darle el golpe final.
Ahora tenemos nuevo concejo de ministros, ¿por cuanto tiempo?, Es de esperar que la zapa siga, ¿Por qué va a parar?.
Hernando de Soto, la damisela, en la Republica dice que la crisis es mediática, y que no hay razones valederas para un cambio de gobierno, no hay inflación, hay crecimiento económico, hay porvenir con Camisea, con el Tratado de Libre Comercio con USA hay desarrollo empresarial en acuicultura agricultura no tradicional, hay oportunidades para el que sabe verlas y aprovecharlas, esta posición también se la he escuchado a varias gentes pensantes del país
Así vistas las cosas, yo creo que es preferible seguir con lo malo conocido que con lo bueno por conocer, por lo menos hasta que Toledo acabe su periodo, y empecemos a sufrir nuevamente con el OTRO PRESIDENTE